Vamos por la tercera semana de iniciado el año escolar, pero nuestras aulas siguen vacías, y queda en la nada, la propaganda política de la burocracia estatal, que culpa a los maestros de no tener la costumbre de asistir a clases desde el primer día.
Nosotros que estamos desde el primer día de clases en la aulas, como año a año, seguimos encontrándonos con la historia de siempre: aulas y mobiliarios en pésimas condiciones, plazas vacantes para contrato aún no cubiertas por la inoperancia de los funcionarios de las ugeles (a pesar de que la evaluación para contratos fue hace más de un mes) y sobre todo por la inasistencia de los estudiantes, que no asisten no porque no quieran, sino que la necesidad económica que los obliga a buscar un trabajo en otras regiones (como Lima, Arequipa, Madre de Dios, etc.) donde trabajan quizá de las peores formas y con contratos de trabajo mínimo de tres meses el cual están obligados a cumplir y todo por un salario que no alcanza ni siquiera al sueldo básico, y todo por querer contribuir a la canasta familiar de sus hogares.
Así que, a los políticos de turno, no basta la buena voluntad y la propaganda política para mejorar la calidad educativa de nuestro país, sino acciones que primero velen el bienestar de las familias peruanas y una política educativa que no venga de arriba a abajo, sino que surja de las reales necesidades de nuestros pueblos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario